El ambón

Uno de los principales propósitos que me planteé al  realizar este blog fue el de ir profundizando en diversos aspectos de la religión católica desde el punto de vista arquitectónico-artístico, ya que desde los primeros tiempos la Iglesia ha utilizado el arte de manera muy simbólica, trascendiendo los meros objetos para aportar un significado más profundo, cuyo desconocimiento lamentablemente va aumentando según se convierten en tradiciones, vaciándolos de su sentido primigenio.

Así, estudiando personalmente cada tema, podría explicarlo a los demás para que también les sirva para profundizar en su fe y, a su vez, puedan explicárselo a su pareja, hijos, hermanos, amigos, etc. cada vez que entren en un templo.

En esta categoría de elementos litúrgicos en un templo católico ya he tenido la suerte de hablar  y de conocer en mayor profundidad el  Sagrario o Tabernáculo y hoy nos detendremos en otro de los elementos más reconocibles dentro de un templo católico u ortodoxo: el ambón.

Sacerdote proclamando el Evangelio desde el ambón

Antes de entrar en su evolución histórica es menester conocer qué son y cuál es su simbolismo dentro de la Iglesia católica:

El ambón proviene de la palabra latina ambo, -ōnis, y esta a su vez de la palabra griega ἄμβων, que significa elevado, es una construcción pequeña que puede tener diferente altura y que se utiliza en las funciones litúrgicas para leer, cantar o predicar. El ambón puede tener la forma de atril o de púlpito, éste último es una plataforma pequeña y elevada con antepecho y tornavoz.

Ambón de piedra con forma de atril

Ambón con forma de púlpito con antepecho de piedra y tornavoz de madera

Dentro del culto católico el ambón posee un gran significado, desde él se proclama la Palabra de Dios y se anuncia la resurrección de Cristo; es el lugar de la “mesa de la Palabra” y complementario al altar que es la “mesa de la Eucaristía”.

«Pero junto con el motivo práctico, visual y auditivo, hay un evidente simbolismo: al ambón se sube a proclamar la Buena Nueva de Cristo resucitado, núcleo del mensaje cristiano. Es el monte al que Moisés subió para recibir la ley de Dios, el estrado desde el cual Esdras proclamó la nueva ley, pero sobre todo esos tejados desde los cuales se anuncia la Buena Noticia. Es el sepulcro vacío, desde el que Cristo victorioso proclama su resurrección.»

P. Guillermo Rosas ss.cc. Doctor En Sagrada Liturgia 

Ambón y altar de la iglesia de Santa María de la Real, Burgos, España

La nueva Introducción General del Misal Romano nos da una serie de pautas sobre el ambón:

“La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un lugar adecuado desde donde se la anuncie, y hacia el cual converja espontáneamente la atención de los fieles durante la liturgia de la Palabra. Conviene que en general este lugar sea un ambón fijo y no un simple atril movible. El ambón, según la estructura de cada iglesia, debe estar dispuesto de tal manera que los ministros ordenados y los lectores puedan ser cómodamente vistos y oídos por los fieles. Desde el ambón se proclaman únicamente las lecturas, el salmo responsorial y el pregón pascual; también desde él pueden hacerse la homilía y las intenciones de la oración universal. La dignidad del ambón exige que sólo suba a él un ministro de la Palabra.”

(IGMR 309)

¿Cuál es el origen del ambón? Hay referencias en el Antiguo Testamento que testimonian la existencia de un estrado de madera desde el cual se proclama la Sagrada Escritura ante el pueblo de Israel (cfr Neh 8, 4-5). En la liturgia sinagogal perdura este elemento puramente funcional con el fin de favorecer la audición y la visibilidad durante la lectura por parte de los rabinos.

A partir del siglo IV d.C. los templos cristianos aumentaron en tamaño y en número de fieles a medida que el cristianismo se iba convirtiendo en la religión oficial del imperio romano, y la Iglesia introdujo en sus templos el ambón a imitación de este estrado de madera elevado que les era tan conocido.Pero no se quedó en algo simplemente arquitectónico, sino que este elemento estructural se fue transformando en un monumento rico en contenido simbólico y teológico en el transcurso de los siglos posteriores.

Jesús leyendo en la sinagoga (San Lucas 4, 16:20)

La basílica del Santo Sepulcro que se construyó encima del sepulcro de  Jesucristo, en Jerusalén, no contaba con ningún ambón ya que las lecturas se leían desde el mismo lugar dónde Jesús estuvo amortajado y se levantó resucitado. Este hecho propició que el lugar de estas lecturas se convirtiera también en el signo del sepulcro vacío de Cristo.  El texto evangélico proclamado en la noche santa de la Pascua del Señor inspira la concepción cristiana del ambón.

El Papa en el Santo Sepulcro

En los primeros siglos se utilizaba un solo ambón hasta que en la Edad Media se empezó a extender el uso de dos ambones, habitualmente colocados en una doble construcción levantada en la nave central justo delante de las cancelas del altar. El ambón de la derecha era el más alto y se accedía a él por medio de una doble escalinata. Este ambón sólo era utilizado por el obispo y por el diácono para la proclamación del Evangelio.

Ambón de la catedral de Ravello, Italia.

El ambón de la izquierda se dividía en dos alturas, en la de abajo se situaba el cantor del responsorio y en la parte superior el lector de la epístola. Como ejemplo de esta disposición tenemos el ambón clásico de la basílica de San Clemente, en Roma, construido en el siglo V d.C.

Ambón de la basílica de San Clemente, Roma.

Durante los siglos XII y XIII d.C.,  al ambón se le erigió al lado un candelabro para el  Cirio Pascual. Esta relación entre el ambón y el Cirio Pascual tiene un fuerte significado cristológico: el ambón sostiene el libro que contiene la Palabra de Cristo Resucitado; el candelabro sostiene la imagen de Cristo ResucitadoLuz del mundo.

Podemos encontrar un tipo de ambón concéntrico inspirado en el estilo bizantino, siendo el más famoso el ambón  de la basílica de Santa Sofía en Constantinopla, construido en el siglo V d.C. y destruido cuando la conquista de la ciudad por los musulmanes en el siglo XV d.C. Conocemos todos los detalles de este ambón gracias al poeta  Paulo Silenciario  (575–580 d.C.) en su obra peri Ktismaton.

Ambón concéntrico, catedral San Juan Bautista (siglo XVII)  Yaroslavl , Rusia

Otro tipo específico de ambón es el ambón-coro, el cual se empieza a ver a partir del siglo XI d.C., especialmente en los templos italianos. Consiste en una amplia tribuna de forma cuadrangular colocada al lado del altar que se sustenta en una serie de columnas. Era habitual poner la figura del águila con las alas extendidas como sostén al libro santo en recuerdo del apóstol San Juan, testigo directo del sepulcro vacío del Señor, como podemos ver en los dos siguientes ejemplos:

Ambón-coro (siglo XIII d.C.) de la catedral de Siena, Italia

Ambón-coro de la iglesia de San Bartolomé, Pistoia, Italia

En el norte de Europa durante los siglos XII y XIII d.C. se creó un nuevo elemento arquitectónico como consecuencia del traslado del coro (desde el ábside al presbiterio), consistía en una construcción de tamaño considerable que se levantaba entre el presbiterio y la nave. El acceso a la parte superior se encontraba a ambos lados del coro y desde allí se leían la epístola y el Evangelio,uso del cual toma su nombre: Lectorium o Jube.

Era frecuente la construcción de dos ambones en las extremidades del lectorium.E stas construcciones fueron destruidas por lo general en la mayoría de los templos entre los siglos XV y XVI d.C. quedando en pie los ambones laterales al servicio para las lecturas de la Misa.

Lectorium o Jube de la Iglesia de la Magdalena, siglo XVI d.C. en Troyes, Francia.

Cuando los fieles van abandonando el uso del latín culto, la lengua eclesiástica, por el de su lengua vernácula, comienza el auge de las Órdenes mendicantes. Esos dos hechos conllevan una pérdida de importancia de la proclamación dentro de la celebración litúrgica, en la que el ambón pierde en parte su protagonismo, para poner toda la atención en el lugar de la predicación y así aparecen los el ambones con forma de púlpito, desde los cuales los predicadores dirigían sus sermones.

Púlpito dónde predicó San Vicente Ferrer, catedral de Valencia, España

Sacerdote predicando desde el púlpito

Existen ejemplos de ambones de todos los estilos:

  • Estilo románico (siglos XI-XIII d.C):

Ambón románico de la iglesia de Grópina en Valdarno, Italia

Ambón románico de la iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor, Palencia, España

  •  Estilo gótico (siglos XIII-XV d.C):

Púlpito gótico del refectorio monasterio cisterciense Santa María de Huerta. Soria, España

Púlpito de estilo gótico de madera de roble.

  •  Estilo renacentista (siglos XV-XVI d.C)

Púlpito de Donatello en basílica de San Lorenzo, Florencia, Italia

  • Estilo barroco (siglos XVII-XIX d.C):

Púlpito barroco en la iglesia de Santa Ana, Cracovia, Polonia

  • Estilo neoclásico (siglos XVIII-XIX d.C):

Ambón de estilo neoclásico

  • Contemporáneo (siglo XX d.C):

Púlpito de la iglesia de Santa Rita, Madrid, España

Con la aparición del Movimiento Litúrgico en el siglo XIX, surge un nuevo deseo de reforma de las celebraciones litúrgicas para devolverlas a su espíritu originario, inspirándose en la liturgia medieval, en la que se recobró la práctica de los dos ambones, en lugar del ambón único que se utilizaba en los primeros siglos del cristianismo. Todas estas reformas culminarán  con el Concilio Vaticano II.

El Papa Benedicto XVI en su exhortación apostólica Verbum Domini, dice:

Se debe prestar una atención especial al ambón como lugar litúrgico desde el que se proclama la Palabra de Dios. Ha de colocarse en un sitio bien visible, y al que se dirija espontáneamente la atención de los fieles durante la liturgia de la Palabra. Conviene que sea fijo, como elemento escultórico en armonía estética con el altar, de manera que represente visualmente el sentido teológico de la doble mesa de la Palabra y de la Eucaristía. Desde el ambón se proclaman las lecturas, el salmo responsorial y el pregón pascual; pueden hacerse también desde él la homilía y las intenciones de la oración universal.

Verbum Domini, nº 68 

Ambón portatil de la basílica de San Pedro del Vaticano, Roma, Italia

En muchos de los templos actuales es habitual encontrarnos con que no se ha tomado conciencia de esa recuperación del “espacio y el lugar de la Palabra” a la que nos conminan las claras orientaciones litúrgicas de los documentos de la Iglesia.

El ambón sigue siendo un mueble, un atril, un estante… y no un espacio. No debemos olvidar que no siempre tiene que estar cerca del altar ya que se trata de un lugar diferente y bien diferenciado de éste, que incluso puede estar en otra zona que no sea el presbiterio, siempre que se mantengan la cómoda visibilidad y la correcta audición por parte de la asamblea. El ambón junto al altar y la sede (lugar del sacerdote presidente) forman los tres elementos habituales del presbiterio.

Ambón, altar y sede del convento de los Carmelitas Descalzos de Medina del Campo, España.

A menudo se  sitúa mal el candelabro con el Cirio Pascual, colocándolo en el extremo opuesto del ambón, en busca de un equilibrio simétrico, o en el centro del mismo altar. Como ya he comentado con anterioridad el mejor lugar para el Cirio Pascual es junto a la Palabra de Dios.

Cirio Pascual junto al ambón

Teniendo una mayor comprensión simbólica e histórica del ambón, podemos aportar mucho a la comprensión y vivencia de nuestras celebraciones litúrgicas. Entre todos deberíamos recuperar el mensaje que encierra el ambón como símbolo de la resurrección del Señor y tenerlo presente durante las celebraciones litúrgicas.

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21 thoughts on “El ambón

  1. Felicitarlo muy sinceramente por la publicacion (muy bien documentada). Tengo la tarea de averiguar las caracteristicas arquitectonicas de la construccion del pulpito. Me parece que se escribieron en el Concilio Limense de 1697. Si fuera usted tan amable de ayudarme. Muchas gracias. Carmen Marquez Lima Peru

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  2. Muchas gracias. Lo felicito por este artículo tan bien investigado. Lo voy a reproducir, con su anuencia, ya que en mi parroquia se le ha estado dando un mal uso a este Lugar Sagrado. Se lo voy a presentar a los coordinadores de Liturgia para ver si así, al Ambón se le da la importancia que tiene: (sólo para proclamar la Palabra de Dios.

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    • Gracias a ti por tu comentario Beatriz. Tristemente es bastante habitual que no se le de un uso correcto al ambón.

      Le felicito por su iniciativa de presentárselo a los coordinadores de Liturgia de su parroquia y espero que nos cuente si tiene éxito. Un cordial saludo.

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  4. Muchas gracias por la información es muy útil como argumento de peso porque en una parroquia pretenden eliminar dos ambones porque los consideran inútiles y poco estéticos.

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  5. yo soy lector por la grcia de dios y para mi el ambon es algo muy sagrado, al punto que cuando subo no me siento digno de hacer uso de el.
    ya que al subir a el todo cambia en mi persona y siento que no soy yo quien lee o proclama, siento que es el espiritu del apostol a quien interpreto, porque siento que no leo, mas bien siento que es el apostol quien esta predicando en ese momento,, para mi es algo divino algo especiial,es el espiritu de dios que nos acompaña.
    muchas gracias por esta oportunidad, que la santisima trinidad siga inspirando,adios.

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  6. Soy cordinadora de Liturgia tanto de mi Parroquia como Decanal y siempre procuro llevar algo referente a lo que se refiera a la Liturgia. muchísimas gracias por tan clara explicación del «ambon». Estoy segura que igual que a mí, a mis compañeros de liturgia se les hará de igual manera muy interesante e ir poco a poco tener conocimiento de todo lo que conlleva no nomas lo de Liturgia sino también lo referente a la Iglesia.

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  9. Gracias por tan interesante información, mi corazón se inquieta al ver tantos agentes y ministros al servicio de las parroquias sin el mínimo conocimiento litúrgico y con poco interés de Como utilizar el mobiliario dentro del templo, mi DIOS le pague por llegar hasta nosotros a través de éste medio, bendiciones!!!

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