Capilla del Rosario en Vence: fruto de una amistad (II)

El lugar:  

Saint Paul de Vence es una pequeña localidad francesa situada en la Costa Azul  a los pies de los Alpes. Conserva un casco antiguo medieval cuyas fachadas son un fiel reflejo de su rica historia y cuyos mercados son famosos por la variedad de sus frutas, especias y verduras. Lugar que posee una luz y colorido especial que muchos pintores han querido retratar como Chagal, Dubuffet, Soutine, Dufy o nuestro protagonista: Matisse.

Saint Paul de Vence (Francia)

Saint Paul de Vence (Francia)

Arquitectura:

La capilla del Rosario se ubica en una colina y para acceder a ella es necesario bajar por unas escaleras, y girar a la derecha. La capilla tiene una forma similar a una L, donde el altar esta colocado en ángulo justo en la intersección de los dos extremos.

Vista aérea de la capilla del Rosario

Vista lejana de la capilla del Rosario

Las fachadas son de color blanco, que simboliza la suma de todos los colores en él. Para blanquear se utiliza la cal, al más puro estilo mediterráneo. La cubierta es inclinada a dos aguas y combina el color azul marino con el blanco usando un patrón en zigzag.

Fachada norte

Fachada este

Fachada sur

Tiene  una longitud de 15 metros por 6 metros de ancho, estando el extremo más largo destinado a los fieles y  el extremo más corto a las monjas dominicas. Ambas partes están orientadas hacia el altar. 

Dibujo de la planta de la capilla

Maqueta de la capilla del Rosario de Vence

Encima de la cubierta de la capilla, Matisse diseñó una cruz realizada en hierro forjado que contiene una pequeña campana.

Cruz-campanario metálico

Cruz-campanario metálico

Mobiliario:

El altar es de piedra de color marrón claro, elegido especialmente por Matisse por su parecido con el color del pan eucarístico. El artista también diseñó el pequeño crucifijo de bronce situado sobre el altar, los candelabros de bronce, y el pequeño tabernáculo. Las lámparas que cuelgan del techo son de hierro forjado y fueron realizadas por artesanos locales de gran tradición en esta disciplina, según los diseños del autor.

El altar de la capilla del Rosario

El altar de la capilla del Rosario

Son también diseños de Matisse las puertas talladas en madera del confesonario.

Puerta del confesonario

Puerta del confesonario

Vidrieras:

Hay tres conjuntos de vidrieras, a las que Matisse dedicó mucho tiempo. En los tres conjuntos únicamente se hace uso  de tres colores: un amarillo intenso que representa al sol, un verde intenso a la vegetación  y un azul intenso por el agua (mar mediterráneo) y el cielo.

Boceto de la vidriera

Boceto de la vidriera «El árbol de la vida»

Durante bastante tiempo, Matisse estuvo dando vueltas a la temática que iba a utilizar para las vidrieras hasta que al final terminó decantándose por el pasaje del Apocalipsis de San  Juan«En medio de la calle y a un lado y otro del río había un árbol de la vida que daba doce frutos , cada fruto en su mes, y las hojas del árbol eran  saludables para las naciones «. Según por sus propias palabras, el árbol de la vida es una alegoría de la edad de oro del hombre. Comenzó a esbozar sus diseños colocando múltiples recortes de papel de colores sobre una superficie hasta conseguir la composición que él deseaba.

Conjunto de vidrieras de la capilla del Rosario

Conjunto de vidrieras de la capilla del Rosario

Nos encontramos con unas vidrieras que tienen dibujadas unas hojas alabeadas  ordenadas de tal manera que parecen brotar de las paredes contiguas. Las flores se rozan alternativamente en la parte inferior y superior de la vidriera configurando un patrón de ondas horizontales, a veces amarillas y otras azules. La onda es el símbolo de la eternidad.

Conjunto de los bocetos finales de las vidrieras diseñadas por Henri Matisse

Conjunto de los bocetos finales de las vidrieras diseñadas por Henri Matisse

En la vidriera  que encontramos detrás del  altar, aparecen distribuidas hojas con diferentes formas y tamaños en color  amarillo sobre fondos azules y verdes . El tema del árbol de la vida no ocupa la totalidad de la  superficie, ya que desaparece en la parte superior  creando una contraoscilación con el arco de medio punto de la ventana como si fuera un paño colgado únicamente por los cantos. Matisse quis0 en esta vidriera producir el efecto de una tela tensada sobre la ventana.

Vidriera

Vidriera «el árbol de la vida»

Según las propias palabras de Matisse, la simplicidad de estas vidrieras está pensada con la intención de«dar con una superficie muy limitada, la idea de inmensidad. Responde al sentimiento religioso y suscita la disminución de espíritu» en los visitantes de la capilla.

Las pinturas:

La mayor parte de los dibujos para los frescos los realizados sobre cerámica se trazaron muy rápidamente, en algunas horas cada uno, pero después de largas sesiones de estudios previos repetitivos por parte de Matisse que cuenta que los realiza: «como un rezo que se repite cada vez mejor».

Cuando Matisse   comenzaba con las pinturas de trazos de color negro sobre azulejos blancos  sufrió unas dolencias que le dejaron postrado en cama, por lo que tuvo que utilizar un palo largo con un pincel atado con el que pintaba sobre una cartulina colocada en la pared. Poco tiempo después, continuaría con sus pinturas desde la cama o desde una silla de ruedas. Estos diseños serían traslados a los azulejos definitivos por expertos artesanos de Vence.

Matisse realizando un boceto para sus pinturas de la capilla del Rosario

Matisse realizando un boceto para sus pinturas de la capilla del Rosario

Podemos clasificar las pinturas en  tres grandes murales:

Conjunto de los tres murales

Conjunto de los tres murales

Mural de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los predicadores dominicos en el sigo XII d.C. Este mural esta situado detrás del altar  y representan al santo español con unas trazas muy sencillas pero a la vez muy poderosas.

Mural de Santo Domingo a la detrás del altar

Mural de Santo Domingo detrás del altar

Mural de la Virgen con el niño:  Se encuentra en una de las paredes laterales. Es significativo que el niño Jesús en lugar de aparecer en brazos de su madre como es lo habitual haya sido representado por Matisse como si María estuviera ofreciendo a su hijo, con los brazos en cruz, al mundo entero.

Mural de la Virgen con el niño de Matisse

Mural de la Virgen con el niño de Matisse

Mural del Vía crucis: Es la obra central de la capilla del Rosario. En él aparecen las catorce estaciones pintadas formando una composición coherente en tres hileras, sobre azulejos que forman un único panel de 3.96 por 1.98 metros. Aunque lo habitual es la representación por separado de las estaciones del Vía crucis para poder acompañar el rezo con pasos reales, Matisse aquí decidió hilvanar todas las imágenes en un solo mural. Matisse buscó inspiración en los antiguos grandes maestros de la pintura, como Rubens o Mantegna.

La composición comienza en la parte inferior izquierda con la escena de Jesús llevado ante Pilato y siendo condenado. Continua con  las estaciones de Jesús portando la cruz hasta el monte Calvario. En la parte superior  central encontramos las tres imágenes más poderosas  como es la elevación de la cruz con el cuerpo de Jesús clavado en ella, Jesús crucificado luego el desprendimiento del Señor. El panel central tiene una composición vertical y horizontal en la parte inferior, mientras que las dos estaciones contiguas  tienen fuertes líneas diagonales que conducen a la cabeza de Jesús en la cruz.

Mural del Vía crucis

Mural del Vía crucis

Vestiduras sacerdotales:

Henri Matisse  diseñó las vestiduras de los sacerdotes de la capilla siguiendo los colores tradicionales según el calendario litúrgico: morado, negro, rosa, verde y rojo. Las monjas dominicas tejieron posteriormente el conjunto de las vestiduras litúrgicas,  incluidos casulla, manípulo y estola.

Vestimenta litúrgica diseñada por Matisse

Vestiduras litúrgicas diseñada por Matisse

Sala Matisse en los Museos Vaticanos:

El miércoles 22 de junio de 2011, los Museos Vaticanos hicieron la presentación mundial de una colección con cientos de bocetos realizados para la capilla del Rosario que donó hace 30 años el hijo de Henri Matisse, Pierre, con el consentimiento de sus dos hermanas, Margarita y Jean. Además donaron también la correspondencia de Matisse con la madre superiora, Agnes de Jesús, en la que podemos descubrir cómo fue el desarrollo de la construcción de la capilla.

La apertura de la galería dedicada al pintor Matisse en los Museos Vaticanos ha sido posible gracias al aporte económico de los patrocinadores, especialmente de la directora de cine Liana Marabini,  que proveyó de lo necesario para preparar la sala de exposición con equipos de conservación para papel y tejidos, permitiendo así que los espectadores podamos disfrutar de  la conversión artística de este gran artista.

También en el Museo Matisse de Niza podemos encontrar una recreación a escala natural de las pinturas y vidrieras de la capilla del Rosario de Vence.

Instalación del Museo Matisse

Instalación del Museo Matisse (Niza)

Matisse y su testamento artístico: La capilla del Rosario en Vence (chapelle du Rosaire de Vence)

Henri Matisse, a pesar de las imperfecciones obvias, consideró la capilla del Rosario como su obra maestra, el resumen de una carrera de 50 años que curiosamente sólo se había centrado en temas seculares. Sin lugar a dudas, no fue el más cristiano de los artistas, quien a menudo se definía como un agnóstico abierto a la fuente de la belleza. Quizá por ello la Providencia le llevó, al final de sus días, a trabajar para la Iglesia por medio de la hermana Jacques- Marie.

Cuando completó el trabajo de la capilla en 1951, tres años antes de su muerte, dijo: «¿Creo en Dios? Sí, creo, cuando estoy trabajando. Cuando soy sumiso y modesto me siento rodeado por alguien que me hace hacer cosas de las que no soy capaz».

Cuarenta años antes, Matisse había afirmado: «Yo sueño un arte equilibrado, puro, tranquilo, sin sujeto inquietante o preocupante, que sea para cualquier trabajador intelectual, para el hombre de negocios o para el literato, por ejemplo, un lenitivo, un calmante cerebral, algo análogo a una buena poltrona donde reposar de sus fatigas físicas», en definitiva, una morada; y su sueño se cumplió con la realización, en los últimos años de su vida, de la capilla del Rosario.

Matisse en el interior de la capilla

Matisse en el interior de la capilla

También afirmó: «todo arte digno de ese nombre es religioso. Ya sea que esté hecho de líneas o de colores, si esta creación no es religiosa, no es arte. No es más que un documento, una anécdota».

En el siguiente vídeo podemos ver un reportaje que la cadena BBC le dedicó a la capilla del Rosario en Vence:

5 thoughts on “Capilla del Rosario en Vence: fruto de una amistad (II)

  1. Es una delicia de sitio, no lo que yo he comentado hoy en mi blogo. En cuanto al «árbol de la vida» me parece uno de los simbolismos universales más bonitos que existen. Resuelto en azules es como para dar cabriolas. Divulgo esta historia entre mis amistades. Gracias.

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