El conocido portal de arquitectura Archdaily, ha elegido los mejores edificios del año en diferentes categorías. En la categoría de Mejor Edificio Religioso del Año 2012, entre los finalistas encontramos el proyecto de la iglesia del Santísimo Redentor, ubicada en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), obra del arquitecto canario Fernando Menis. Este proyecto ya posee el Premio a la Innovación en Arquitectura de Hormigón por la Fundación Ambuja Knowledge de India.
La situación actual de la iglesia del Santísimo Redentor de Fernando Menis no pasa por un buen momento debido a su abandono, según recogemos la información de la web La Opinión de Tenerife:
SITUACIÓN IGLESIA DEL SANTÍSIMO REDENTOR
«La necesidad de justificar las ayudas públicas precipitó la apertura del templo hace justo cuatro años, admite el párroco del templo José González Luis, y la llegada de la crisis ha dejado el proyecto parado en medio de una difícil encrucijada en la que se juntan el alto coste de mantenimiento del edificio, debido a los constantes ataques vandálicos del que es objetivo, y el rechazo popular a su diseño.
Con esta situación, las administraciones no tienen recursos para obras de este tipo y la gente tampoco. Apenas se juntan 20 euros en la colecta cuando hay misa. Además, no colaboran porque no esperaban una iglesia de este tipo. No la entienden y no les gusta. Y el Obispado tiene ya muchas deudas y no puede construir más iglesias», apunta el sacerdote.
LAURA DOCAMPO
El ganador en la categoría de Mejor Edificio Religioso del Año 2012, ha sido para el proyecto Reading Between the Lines, fruto de la colaboración de dos jóvenes arquitectos belgas Pieterjan Gijs (Lovaina, 1983) y Arnout Van Vaerenbergh (Lovaina, 1983). A medio camino entre arquitectura y escultura, esta obra al aire libre está incluida dentro de una propuesta a varios artistas por parte del museo de arte contemporáneo de la ciudad de Hasselt (Bélgica).
Pues por lo menos el edificio es claro y el paso de la luz natural parece limpio, desde arriba y a través de un símbolo. Qué pena su abandono. Y, ya puestos: ¿vd. conoce esto?
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No conocía la existencia de esa ermita.Gracias por la aportación, porque además del interés arquitectónico del proyecto tiene detrás una historia muy curiosa de colaboración con Noruega.
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