La pila bautismal

Como muy bien explica el catecismo de la Iglesia Católica, el santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. Recibe este sacramento el nombre de «Bautismo» por identificación con la parte central del rito mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa «sumergir», «introducir dentro del agua»; bautizo significa por tanto «inmersión». Esta «inmersión» en  agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él, como nueva criatura.

Pila bautismal del Santuario de la Virgen de Tíscar, Quesada. Jaén

Pila bautismal del Santuario de la Virgen de Tíscar, Quesada. Jaén

«El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios […] lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque, es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios».

San Gregorio Nacianceno (330-390 d.C)

¿Qué es la pila bautismal? La pila, también conocida con el nombre de fuente bautismal, es el elemento que sirve de recipiente para el agua bautismal, en la cual se sumerge o sobre la que se vierte el agua a la persona que quiere ser bautizada.

El sacerdote vierte el agua bautismal en la cabeza del catecúmenado.

El sacerdote vierte el agua bautismal en la cabeza del catecúmeno.

Si nos retrotraemos a los orígenes del cristianismo, en la época misma de los apóstoles descubrimos que el bautismo se administraba directamente en la orilla de los ríos, mares o estanques. En el Nuevo Testamento encontramos varios ejemplos:

«El eunuco preguntó a Felipe: «Te ruego me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de otro?». Felipe entonces, partiendo de este texto de la Escritura, se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús. Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?». Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó. y en saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso su camino. Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta llegar a Cesarea».

Hechos de los Apóstoles (8, 34-40)

También hallamos, como queda reflejado en Hch. 9,18, un bautismo realizado en el interior de una vivienda. Lentamente se irá imponiendo ésta costumbre del bautismo bajo techo, el cual permitía, en tiempos de persecuciones, una mayor seguridad por su privacidad. Para poder desempeñar la ceremonia del bautismo fue necesario la utilización de una pila especial, consagrada para la conservación del agua bautismal. Una vez normalizada la situación de la religión cristiana dentro del Imperio Romano y especialmente cuando fue adoptada como religión oficial, la pila bautismal se convirtió en uno de los elementos más importantes dentro de los edificios dedicados al culto.

Aunque también se da en Occidente, es principalmente en Oriente  donde se opta por la piscina bautismal, similar en su forma a los baños romanos de la época, las cuales eran lo suficientemente grandes y profundas para permitir la inmersión total del catecúmeno.

Piscina bautismal de Sbeitla, siglo V. Túnez

Piscina bautismal de Kelibia, siglo VI. Túnez

En las catacumbas romanas aparecen las primeras pilas bautismales de Occidente, como la encontrada en 1901 en la catacumba de Santa Priscila. Reconocemos pilas bautismales en diferentes obras del arte cristiano primitivo: En casi todos los casos se las representa como una pila de escasa profundidad en la que aparece el bautizado con los pies sumergidos, mientras que se le vierte agua de algún chorro alto de un manantial o de una vasija.

Con las primeras construcciones de templos cristianos a partir del sigo IV, la pila bautismal pasa a formar parte de ellos, apareciendo el baptisterio (capilla del templo especialmente dedicada a los bautizos). En este periodo tenían forma de estanque, elevado sobre el suelo del baptisterio por algunos escalones, sobre los que se encaminaban los bautizados para sumergirse en el agua. Las pilas solían ser circulares u octogonales y rara vez eran cuadradas o hexagonales. Las pilas bautismales variaban de tamaño, siendo lo más habitual que fueran lo suficientemente grande como para realizar un bautismo simultáneo de varios catecúmenos.

Piscina bautismal de la iglesia de Santines. Asturias. Siglo VI.

Piscina bautismal de la iglesia de Santines. Asturias. Siglo VI.

Ya en esta época y hasta el siglo VI, la inmersión era parcial. De hecho la profundidad de las pilas no sobrepasaba en ningún caso el metro de hondura. Para abastecer de agua las pilas recurrían a manantiales naturales o lo hacían por medio de tuberías que desembocaban en un estanque. Después de la ceremonia, este agua se drenaba a través de tubos a la tierra o a un arroyo colindante. El material más admitido para revestir y pavimentar estas pilas o fuentes bautismales es el mármol o algún mineral similar.

En una inscripción funeraria de Aquileya, se representa el bautismo de una niña que aparece de pise sobre una pila circular pequeña. A su derecha, con la cabeza envuelta en un gran nimbo, aparece Cristo, señalando la escena, mientras que a su izquierda se sitúa el oficiante que eleva su mano sobre su cabeza. Del cielo, representado por un un círculo estrellado dentro del cual aparece la paloma del Espíritu Santo, cae una copiosa cascada de agua sobre la muchacha.

Inscripción funeraria de Aquileya. Primeros siglos del cristianismo.

Inscripción funeraria de Aquileya. Primeros siglos del cristianismo.

Existían pilas ricamente adornadas, como queda patente en el «Liber Pontificalis», en el que se describe detalladamente la pila bautismal del emperador Constantino en la basílica de Letrán en Roma. Es un estanque revestido de pórfido -mineral de color rojizo que los romanos adoptaban como signo de distinción- adornada abundantemente en plata. En su borde aparecen un cordero dorado y siete ciervos de plata de cuyas bocas brotaba agua proveniente del acueducto de Claudio. Rodeando el cordero dorado se situaban dos estatuas: una de nuestro Señor y otra de San Juan Bautista. Desde la parte central del estanque se erigía una columna de pórfido con una lámpara de oro en la que se quemaba un aceite perfumado durante las ceremonias del bautismo.

Fuente bautismal de pórfido. Catedral de Milán.Siglo IV. se dice que San Ambrosio bautizó a San Agustín en el año 387 en ella.

Fuente bautismal de pórfido. Catedral de Milán. Siglo IV. Se cuenta que San Ambrosio bautizó a San Agustín en el año 387 en ella.

En estos primeros momentos del cristianismo, hasta aproximadamente el siglo IV, la gran mayoría de los fieles había nacido fuera de la Iglesia y venido a ella después. El bautismo de los niños, aunque de igual forma se daba, era en mucha menor medida. Los aspirantes a recibir el bautismo asumían recorrer un proceso de iniciación cristiana.

«El candidato a catecúmeno tenía que ser presentado por un cristiano que le conociese y que saliera fiador de la rectitud de sus móviles y de la seriedad de su deseo. El candidato era objeto de una encuesta sobre su vida y costumbres, y se le invitaba a renunciar a su profesión en el caso de que ésta, por su relación con el culto pagano, fuese impropia de un cristiano. Superado este primer examen, una ceremonia litúrgica señalaba la recepción del aspirante como catecúmeno. Comenzaba entonces para éste un largo período de prueba, en el recibía instrucción doctrinal y se ejercitaba en la piedad cristiana. Este período se prolongaba más o menos según las regiones -tres años en Roma, dos en España, etc.-, y durante él los catecúmenos se designaban con el término audientes. Algunas semanas antes de la fecha fijada para el bautismo, los catecúmenos eran examinados de nuevo y pasaba a ocupar un grado superior, el de electi o competentes.

Una preparación más intensa llenaba estas últimas semanas: prácticas ascéticas e instrucción catequística sobre el Símbolo de la Fe, la oración dominical y los sacramentos de la iniciación cristiana. Finalmente, en las vigilias de Pascua y Pentecostés, o en casos especiales en la vigilia de algún otro domingo, tenía lugar el solemne acto del bautismo, que en las fechas más señaladas se administraba a un elevado número de nuevos cristianos.»

José Orlandis. Historia de la Iglesia I. La Iglesia antigua y medieval.

Con el paso del tiempo, el cristianismo se fue convirtiendo en la religión mayoritaria, con el consiguiente aumento del bautismo de niños, nacidos de matrimonios  educados ya en la Fe cristiana. Esta evolución del bautismo a una edad más temprana desencadenó un cambio en la estructura de las pilas bautismales. Paulatinamente los estanques fueron reduciéndose en tamaño y profundidad hasta que se convirtieron en pilas levantadas del suelo por medio de columnas. A la par del cambio estructural de las pilas bautismales, se optó por verter el agua en la cabeza del bautizado en vez de su inmersión total o parcial como había sido la costumbre.
Pila bautismal primitiva. Aparece representado Daniel en el foso de los leones.

Pila bautismal primitiva. Aparece representado Daniel en el foso de los leones.

Especialmente en las regiones cristianas con una climatología más fría se adoptó con mayor prontitud este cambio, pues en este caso sólo era necesario para el rito bautismal una pequeña cantidad de agua, y los bebés corrían menos peligro de contraer alguna enfermedad causada por el enfriamiento. Las pilas bautismales fueron adquiriendo las formas y dimensiones que poseen hoy en día.
Quiero hacer mención de la importancia litúrgica de la bendición de la pila bautismal. Desde los tiempos de Tertuliano (160-220 d.C) tenemos constancia de su aplicación. El rito de bendición de la pila sirvió como preliminar al rito del bautismo y fue una característica relevante de los sacramentarios. El rito de la bendición del agua, el cual consiste en una larga oración, ha ido sufriendo modificaciones a lo largo del tiempo. En el sacramentario Gelasiano y en el sacramentario Gregoriano comienza la oración con un exorcismo, al que sigue una bendición, pasándose después a una epíclesis consecratoria que es una invocación al Espíritu Santo para que éste descienda sobre el agua de la pila bautismal.
Desde el siglo VIII, se acompaña la oración consecratoria del agua con algunos ritos, que aparecerán más tarde oficializados en el Pontifical de la Curia romana del siglo XIII. El cirio pascual se introduce tres veces en el agua para significar el soplo del Espíritu Santo. Finalmente se rocía a los fieles con el agua.

Esta forma de realizar el rito de la bendición se mantuvo intacto hasta el Concilio Vaticano II, del cual sale reformado para que se pueda realizar con mayor simplicidad: Mientras el sacerdote va en procesión hacía la pila bautismal se cantan las letanías.  Una vez el sacerdote llega a la pila toca el agua con las mano y dice una oración que enumera los diferentes tipos del agua que aparecen en la Biblia: el agua de la creación, el diluvio, el mar Rojo, el río Jordán, el agua que brota del costado de cristo. También existen otras dos fórmulas más breves de la bendición del agua, que contienen aclamaciones intercaladas en el texto para una mayor participación de los fieles.  Por último, la bendición del agua en la actualidad se realiza en cada bautismo y no como sucedía anteriormente, que solamente se realizaba en Pascua y en Pentecostés.

La estructura física de las pilas bautismales:

La pila bautismal, principalmente en la época paleocristiana y medieval, se tallaba a partir de un único bloque pétreo generalmente de arenisca o caliza. En otras épocas posteriores se realizarán por añadiduras de las partes y con gran variedad de formas y materiales, tales como cerámica, mármol, metales, etc. Normalmente la pila se distingue en tres partes: la copa o vaso, el fuste y la basa. En algunas ocasiones pueden elevarse por medio de un pie o pedestal.

Existen diferentes tipologías de copas: semiesféricas, octogonales, cilíndricas, troncocónicas, etc. Los fustes en su mayoría son cilíndricos y las basas y pedestales de forma cuadrada, circular o poligonal. La copa es la parte de mayores dimensiones de la pila y a su vez se divide en otras tres partes: borde superior, cenefa y la superficie inferior. Es la zona que tiene más presencia decorativa de motivos geométricos, vegetales y figurativos, pero siempre relacionado con la simbología cristiana del bautismo.

Distintas partes de la copa.

Distintas partes de una pila bautismal.

Existen ejemplos de pilas bautismales de todos los estilos:

  • Estilo románico (siglos XI-XIII d.C):

Pila bautismal románica de la iglesia de la Asunción, Boadilla del Camino, Palencia. Siglo XIII.

Pila bautismal románica de la iglesia de Notre Dame de Wilderen, Alemania

  •  Estilo gótico (siglos XIII-XV d.C):

Pila bautismal gótica de la iglesia de el Salvador de Toledo, siglo XIV.

Pila bautismal gótica de la catedral de Segovia.

  •  Estilo renacentista (siglos XV-XVI d.C)

Pila bautismal renacentista de la iglesia de San Vicente de Sevilla. Siglo XVII

Pila bautismal renacentista de la catedral de Ávila. Siglo XVI.

  • Estilo barroco (siglos XVII-XIX d.C):

Pila bautismal barroca de la capilla de San Estebán de Borja. Zaragoza. Siglo XVIII.

Pila bautismal barroca de la capilla de San Estebán de Borja. Zaragoza. Siglo XVIII.

Pila bautismal barroca de latón. Colegiata de San Bartolomé, Lieja. Bélgica. Siglo XVIII.

  • Estilo neoclásico (siglos XVIII-XIX d.C):
Pila bautismal neoclásica de plata. Catedral de Morelia, México. Siglo XVIII.

Pila bautismal neoclásica de plata. Catedral de Morelia, México. Siglo XVIII.

  • Contemporáneo (siglo XX y XXI d.C):

Pila bautismal de la iglesia de Santa Ana de Moratalaz. Madrid. Diseñada por Miguel Fisac. 1965.

Pila bautismal actual para la capilla Sixtina. 2012.

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4 thoughts on “La pila bautismal

  1. Parece que con las pilas bautismales sucede lo que con algunos templos: las del siglo veinte parece que van a devorar la cabeza del bebé, ¡qué miedo! Cuánto más sacra la pila románica…

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  2. soy arquitecto y he ejecutado algunas remodelaciones en espacios de oracion, pienso que se ha perdido el concepto del bautismo, como tal, en muchos iglesias, las pilas bautismales, son moviles y estan por alla arrinconadas, o muy pequeñas casi ridiculas, o en espacios muy reducidos e insalubres, se debe retomar este punto, pues despues del altar y el sagrario es la parte mas importante dentro del funcionamiento de los espacios de culto, durante la celebración la fuente bautismal debe ser un protaganista, debe contener realmente agua viva, un borbollon que este brotando durante toda la liturgia, si es posible estar ubicado cerca del presbiterio, en un espacio digno con la semiotica correspondiente.desaforunadamente a locerdotes les falta mucha educacion plastica y estetica de todo esto. arquitectura religiosa o simplemente no les interesa. al menos en mexico es una realidad, saludos.

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