Imagínense que van de viaje en su automóvil por la autopista; ya es hora de descansar. Solo necesitan un buen lugar para hacerlo y qué mejor para ello que estar atentos a las señales. Ahí aparecen varias señales del área de servicio: de una gasolinera, de un restaurante, de un hotel, de una iglesia… ¿Una iglesia aquí? ¿En medio de la autopista? Sí. Puede parecer insólito o incluso extravagante para muchos, pero si reflexionamos con más profundidad sobre el tema, no tiene por qué ser así. ¿Por qué excluir de las áreas de descanso nuestra parte espiritual para solo atender a la parte física?
Esta pregunta se la debieron de realizar Hanneliese y Hartmut Hering, los propulsores de esta iniciativa. Se dieron cuenta que no existía ningún espacio religioso en todo el área de Siegerland, por donde pasa la concurrida autopista alemana A-45. Organizaron un concurso de arquitectura para la construcción de una iglesia en la autopista. El ganador fue el estudio de arquitectura schneider+schumacher que, gracias a las numerosas donaciones, obtuvo la financiación necesaria para su construcción.
«Las áreas de servicio de autopista son lugares con un mensaje inequívocamente directo. Enormes signos apuntan a lo que pasa aquí: recargar gasolina, comer, dormir y tal vez también un poco de distracción, una visita a un centro de juegos. Son pequeñas ciudades, pero sin las capas sutiles – no hay espacios para la contemplación o la oración en silencio, ni espacios hermosos.
La pequeña iglesia de la autopista ofrece una oportunidad para cumplir con estas necesidades fundamentales, y los ofrece en un lugar donde son discutiblemente más escasas. Para que un edificio impacte en tal entorno, tiene que hablar sin dudas el mismo lenguaje directo (al menos en el exterior). Ya sea abordado desde lejos desde la dirección Dortmund, o desde el área de servicio de la autopista, la iglesia representa una versión integrada de la señalización de la iglesia de autopista. A pesar de que su forma exterior es abstracta, señala de una manera inmediata y directa: «Yo soy una iglesia!» (arquitecto Michael Schumacher).
La iglesia de la autopista en Wilnsdorf es ecuménica, es decir, puede ser utilizada por las diferentes ramas del cristianismo. En Arquitectura y Cristianismo ya hemos dedicado varios artículos a iglesias ecuménicas como la Capilla Rothko y la Capilla del Silencio. Incluso hemos tratado un templo interreligioso como es The House of One, en el cual se dan cita las tres religiones monoteístas.
El mayor problema arquitectónico, sin entrar en otros de índole teológico, que encuentro en las iglesias ecuménicas, es que al final ni son un buen templo católico, ni ortodoxo, ni de cualquiera de las denominaciones protestantes (anglicanos, evangélicos, luteranos, calvinistas, etc.). ¿Cómo puede un templo católico u ortodoxo no tener un sagrario o no contener imágenes religiosas? ¿Cómo puede un cristiano evangélico rezar en un templo en el cual existan imágenes religiosas? Al final sucede, como decía un profesor mío de la Escuela de Arquitectura respecto a las salas polivalentes, que el empeño de dotar un mismo espacio para diferentes usos solo consigue que funcionen mal para cada uno de ellos: como teatros, como sala de conferencias, sala de conciertos, cine, etc. En nuestro caso pasa lo mismo: al intentar adaptarlo de manera que sirva para todos, suele terminar por no ser de verdadera utilidad para ninguno.
Volvamos a centrarnos en la iglesia de la autopista en Wilnsdorf: Se puede definir exteriormente este edificio religioso como un pictograma de una señal de una iglesia en tres dimensiones. Varias de sus fachadas son literalmente la silueta blanca de una iglesia tradicional de aldea alemana.
Su volumetría es inmaculadamente blanca, como un poliedro facetado y asentado en el suelo. Como referencia visual tiene dos pliegues emplazados en ambos extremos, enfrentados entre sí y que apuntan hacia el cielo. Cada uno de estos pliegues contiene un lucernario.
Se accede al interior a través de un puente-rampa elevado sobre un falso foso. Una vez dentro nos llevamos una sorpresa, pues no se corresponde con lo que podríamos haber imaginado viendo su exterior. Nos encontramos con una estructura de madera vista de forma orgánica bastante acogedora que contrasta con la frialdad de la envolvente exterior.
En su interior nos topamos con una cúpula de madera filigrana, en la que observamos una estructura de crucería delicadamente trabajada. La planta es predominantemente cuadrada, con espacios semicirculares producidos por los bordes de la cúpula, que permiten que las zonas que se sitúan fuera de la línea de visión del visitante puedan ser usadas como sacristía u otros espacios adicionales complementarios.
Para diseñar la cúpula fue necesario, por su complejidad, el uso de técnicas de diseño paramétrico con programas informáticos especializados. La estructura acanalada de madera resultante permite optimizar las cualidades y las cantidades de madera hasta el último centímetro .
Todo el espacio interior se focaliza hacía el altar, que ocupa una cámara independiente y está recubierto totalmente de placas de color blanco. El último arco de la cúpula y la luz natural que provienen de los dos lucernarios enmarcan la zona del altar.
Respecto a la construcción, cabe decir que la mayoría de los elementos constructivos eran prefabricados y fueron ensamblados fuera del sitio. Con este procedimiento se consigue optimizar el tiempo del montaje.
Las paredes, el techo y las dos torres están construidas en madera laminada y tienen cavidades aislantes. Tanto las partes exteriores como las interiores están revestidas con paneles OSB. Para proteger las zonas exteriores de madera de la humedad y desgaste se roció toda la fachada de la iglesia de la autopista en Wilnsdorf con poliuretano blanco de impermeabilización. Además sirve para dotar de homogeneidad a todo el edificio.
El mobiliario interior consiste en asientos, reclinatorios, atril y candelabro del mismo material que la cúpula para formar una unidad conceptual. En cambio, el altar, ambón y la cruz están pintados, al igual que el presbiterio, en un blanco puro que facilita reflejar la iluminación natural y los hace destacar en medio del entorno.
Las obras comenzaron en el año 2011, colocando la enorme losa de cimentación de hormigón armado. El 26 de mayo de 2013, se inaugura la iglesia de la autopista en Wilnsdorf.
Pinchando en el siguiente enlace se puede ver un vídeo en inglés dedicado a la iglesia de la autopista en Wilnsdorf: www.dw.com/en/worshipping-at-the-autobahn/av-17391123
Dibujos y fotografías tomadas de Wikipedia, erco.com, diedrica.com, plataformaarquitectura.cl
Muy bueno el post, Víctor. Enhorabuena.
El edificio está muy bien, aunque la primera vez que lo vi publicado ya me pareció que, desde algunos ángulos (la entrada, por ejemplo) se parece mucho a la máscara de Batman, lo cual no está mal en sí mismo…
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De acuerdo en tu indicación sobre la semejanza estética con la máscara de Batman 🙂 Mucho más interesante es el espacio interior con esa estructura de madera y sobre todo el concepto de la existencia de una capilla religiosa en el área de descanso de una autopista. Un abrazo!
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